Estimados amigos : Más de 4 millones de personas en ciudades de Francia francesas y además de grandes capitales del mundo se pusieron el mote de Je Suis Charlie, Muchos no lo hicimos porque sabemos que eso no soluciona el problema. Lo acrecienta. A coninuación les informo de algunas opiniones de altura:
Reflexion de un jesuita acerca del suceso en París
Terrible la noticia del asesinato de los trabajadores de la revista Charlie Hebdo.
Un acto injustificable la muerte violenta de estas personas. Pone en la reflexión el tema de la libertad de expresión.
Somos libres de expresarnos, pero nuestra libertad no es ilimitada, nuestra libertad tiene que ver con el cuidado del otro y la otra.
Nuestra moral es relacional, tiene que ver con el respeto a la dignidad de las y los otros, con la construcción del bien común.
La burla, la mofa, la insensibilidad a lo diferente, el lenguaje violento, juzgar no los hechos sino a las personas va también generando muerte. Vamos de un modo también matando lentamente.
No es justificable un humor que degrada a otra persona, que la exhibe y se burla de sus condiciones, las que sean.
No me gusta la producción de ese tipo de "humor", pero me escandaliza mucho más que hay un público que lo consume.
Ahora se enfrentarán las corrientes que estigmatizarán a los musulmanes y a los migrantes, a los diferentes; se alzarán voces que intentarán controlar los discursos y la libertad de expresión; y por otro lado las voces defensoras de una supuesta libertad de expresión ilimitada.¿Qué se impondrá?
Ojalá se imponga el discernimiento personal, la ética, la justicia y la sensibilidad, necesarios todos para la paz.
Ojalá nunca se repita un acto como este terrible asesinato, pero ojalá dejemos nosotros también de producir muerte y discriminación con nuestra comunicación.
Además de escandalizarme por el hecho, me siento invitado a comprometerme a no replicar la violencia, a discernir mis comentarios, a ser más sensible de mi realidad en relación.
Me comprometo a buscar no consumir un humor sexista, machista, de homofobia o xenofobia.
La realidad nos pide cambios, vamos a comenzar a sentar la base para que no suceda nunca más algo como lo de París.Hernàn Quezada.
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